Vulnerables, populismo y politica industrial
El país está experimentando un cambio en la conducción de la política pública que se encamina en atender principalmente los temas de corrupción y la atención de los grupos más vulnerables, sin duda temas por demás relevantes en el país, en nuestro estado y en nuestra región del sur de Tamaulipas. Tratando de dimensionar al menos el tema de la población vulnerable en el país, podemos identificar con información del CONEVAL que, para 2016, había alrededor de 95 millones de habitantes que se encontraban en dicha condición, es decir, alrededor de 80 por ciento de la población en México.
Atender una población tan grande requiere recursos económicos, es por ello que uno de los retos más importantes del estado mexicano es diseñar una política económica que permita hacer más dinámica las actividades productivas y, con ello, llevar al país a una trayectoria de crecimiento más acelerada. La historia reciente del país nos expone que ha estado creciendo a tasas promedio de 2.2 por ciento anual; sin embargo, se requieren tasas superiores; hay un consenso entre los economistas en donde se considera que la economía mexicana debería crecer a una tasa entre 5 y 7 por ciento anual.
Atender a los vulnerables es necesario, principalmente a los que más lo necesitan, que es la población en pobreza extrema, pero para ir aumentando la cobertura en el país es necesario garantizar los recursos, es por ello que resulta prioritario que el gobierno dé a conocer la estrategia económica, que permitirá hacer más dinámico el sector productivo. De no hacerlo, estaremos ante una medida populista que pone en riesgo la estabilidad económica del país, ya que no resulta una buena medida de política pública emplear el presupuesto público que se obtiene de la producción del país en politica asistencialista; es necesario que ese recurso se inyecte a la economía para incentivar un mayor crecimiento del país.
En este sentido, México requiere una política económica enfocada en el desarrollo industrial, que promueva una estructura productiva municipal articulada a la economía nacional donde la industria manufacturera de baja, media y alta tecnología representaran el elemento cohesionador y dinámico del resto de las actividades productivas, generando un sistema productivo competitivo tanto nacional como internacional. Además, se observaría que el nivel de ingresos mejoraría al igual que el bienestar de la población. Un sistema productivo con estas características representaría un puente para transitar de una economía en desarrollo a una economía desarrollada. En un escenario con estas características, en el largo plazo, genera mejores resultados que una política asistencialista.
Por lo anterior, resulta significativo conocer el estado actual de la industria manufacturera en México a partir de abordar sus problemáticas actuales y los retos que afronta en temas claves como lo son la innovación tecnológica, mercado de trabajo, precarización del trabajo, capacitación, encadenamientos productivos, derrama tecnológica y la productividad. Es a partir del estudio de cada uno de ellos que se podrá diagnosticar la situación que prevalece en la industria manufacturera, para de ahí plantear políticas públicas que permitan superar las dificultades encontradas y, de esta manera, desarrollar la industria.
Finalmente, es importante tomar en cuenta que una nueva política industrial debe considerar las diferencias regionales, así que es necesario potencializar las regiones a partir de sus fortalezas económicas. Pero vale la pena mencionar que, para que una política industrial tenga éxito, represente una fuente de empleos de calidad y aumente la capacidad de recaudación del estado, es necesario que garantice la integración de la industria con el resto de los sectores económicos de la región. Ésta, sin duda, es una mejor política para atender y disminuir a las poblaciones vulnerables ¿Usted, qué piensa?