Tecnología y empleo, ¿un sofisma?
Hoy en el mundo se discute los efectos de la tecnología sobre la demanda de trabajo, y es que cada vez observamos cómo los diversos sectores, que elaboran bienes o servicios, cada día se automatizan, provocando con ello que se empleen menos trabajadores en dichos procesos de producción.
De alguna manera, con los avances tecnológicos, resultaba natural pensar en la automatización de la elaboración de bienes intermedios y finales; no obstante, en caso de los servicios, se pensaba que este proceso de automatización sería más lento; sin embargo, se mueve en la misma proporción que el sector de bienes. Un ejemplo de ello es el sistema financiero, en donde observamos que los principales bancos en el país emplean equipos que no solo prestan servicios para disponibilidad de efectivo, sino que también permiten que se puedan realizar pagos de diversos servicios domésticos, entre otros tipos de pago.
Tan solo en estos servicios financieros, se han perdido fuentes de empleo, que han sido desplazados por el desarrollo tecnológico. La experiencia internacional nos muestra que, en el sector de servicios comerciales, la tecnología ha permitido desplazar fuentes de empleo como el que desarrollan los cajeros, entre otros más.
Pensando en el corto plazo, la inversión en tecnología que desplaza fuentes de empleo puede ser considerada alta; sin embargo, en el mediano y largo plazo, las empresas elevan sus productividad y su rentabilidad, ya que el uso de tecnologías no les generan costos por tiempos muertos, se reducen las pérdidas por robo, se reducen al máximo los compromisos laborales tanto como indemnizaciones, pago por seguro médico, vacaciones, aguinaldos, reparto de utilidades, entre otros.
Al final de cuentas, el desarrollo de la tecnología representa un riesgo no solo en la perdida de fuentes de empleos tanto en sectores donde se elaboran bienes como en aquellos que prestan servicios, sino que también se presiona a los salarios en el mercado. Esto debido a que al disminuir la demanda de trabajo y al incrementarse la oferta de trabajo, los salarios tenderán a disminuir. Esto sucede porque al generarse una vacante de empleo, la oferta de trabajo será tan alta que los trabajadores, con tal de ser contratados, aceptarán salarios muy bajos.
Una de las propuestas que se hacen en el mundo de trabajo es que hay que adaptarse a este desarrollo tecnológico, por lo que se promueve el modelo de crecimiento-desarrollo basado en la tercerización de la economía en donde todavía no se ha logrado entender claramente a lo que se refiere. Básicamente, este modelo promueve que los países mejoran sus condiciones económicas a partir de los beneficios del conocimiento, que promueven la innovación y el desarrollo tecnológico, que es lo que genera la riqueza en las economías.
Sin embargo, en el país promovemos un modelo diferente cuando el modelo de industrialización que es un modelo previo al modelo de la tercerización, no se ha implementado adecuadamente y, por tanto, no es modelo agotado en el caso de México. Replantar una propuesta para impulsar la industrialización del país puede se una buena estrategia para su desarrollo y para afrontar los estragos del desarrollo tecnológico que tanto daño genera a los trabajadores e impide que los jóvenes puedan incorporarse en el mercado de trabajo con mejores condiciones laborales. Usted ¿qué piensa?