Sin recesión pero con desaceleración
El Banco de México, encargado de conducir la política monetaria del país, anunció que sus perspectivas de crecimiento para la economía mexicana se redujeron y ahora consideran que la economía mexicana podría estar creciendo en este 2019 a tasas de entre 0.8 y 1.8 por ciento, esto representa una caída en sus previsiones de 0.3 por ciento, debido a que previamente se había establecido que la economía crecería entre 1.1 y 2.1 por ciento.
A pesar de los malos indicadores de crecimiento que se han ido presentando en los últimos trimestres, el anuncio del Banco de México descarta la posibilidad de recesión económica del país.
En efecto, en términos estrictos, hablar de una recesión como tal no ha habido, debido a lo cíclico que se ha comportado el crecimiento, es decir, podemos observar que uno sube o dos trimestre sube y en los subsecuentes disminuye, sin que se lleguen a acumularse tres caídas consecutivas del crecimiento económico que es lo que nos indicaría la recesión de la economía.
Suena lógico secundar los pronósticos del Banco de México que esperan que el próximo trimestre la tasa de crecimiento mejore, sobretodo si consideramos que la economía en este trimestre mostró una tasa de -0.2 por ciento de crecimiento. Esperar una tasa menor que la observada en este periodo suena difícil de pensar, debido a que no existen factores externos e internos que afecten el entorno actual.
Lo que sí se observa es una desaceleración de la economía, las tendencias de crecimiento de los últimos cinco años, señalan que la economía se ha encaminado en una trayectoria hacia la baja, es decir, cada año la tasa de crecimiento en promedio ha ido disminuyendo, lo que nos podría estar llevando hacia un estancamiento de la economía.
Aunque el Banco de México se muestra optimista en relación a la trayectoria del crecimiento económico, incluso considera que el siguiente año empezaremos la recuperación económica, es algo que se ve aun lejano. Son varios los factores que pueden incidir en que esta recuperación no se logre. Los más importantes se vinculan con el sector externo, particularmente con el entorno que prevalece en cuanto a los conflictos comerciales que existen entre los dos principales actores del comercio internacional: China y Estados Unidos.
Este conflicto puede repercutir en la dinámica comercial internacional, sobretodo si se incrementan los costos de transacción al comercio mundial derivado de las barreras que se puedan imponer a ciertos productos, particularmente al mercado de productos intermedios vinculados a sectores tecnológicos.
En el contexto interno, las estrategias de austeridad del gobierno federal puede complicar la recuperación de la economía mexicana, sobretodo si esta austeridad que se genera no se compensa con inversiones estratégicas para el desarrollo del país. Sin duda, la inversión en infraestructura por parte del gobierno siempre representará una buena alternativa para estimular el crecimiento económico. Por el contrario, el gasto público destinado al consumo sin una estrategia previa de inversión en el sector productivo, representará un riesgo en el crecimiento de los precios en el país. Usted ¿qué piensa?