La reforma de la reforma
Con la reforma energética que se presentó y se aprobó en 2013, se expuso el argumento central de que el país se modernizaría haciendo más dinámico al sector, lo que induciría a un mayor crecimiento del mismo y provocaría que la economía creciera y que el valor de los energéticos en el mercado nacional, tales como la luz, las gasolinas y el gas disminuirían, reflejándose en menor gasto que erogarían las familias promedio en el país, lo que sin duda a la larga se mejorarían las condiciones de vida de la población en México.
Lo cierto es que después de cinco años de haberse aprobado la reforma energética, nada de eso se ha visto reflejado en la realidad, y lo que observamos es todo lo contrario. Analizando específicamente el sector petrolero, se encuentra que, desde 2012 a la fecha, la producción de hidrocarburos líquidos ha disminuido en alrededor de 27 por ciento, siendo la producción de petróleo crudo la más afectada. En diciembre de 2012, la producción de petróleo crudo era de 2.6 millones de barriles diarios; para mayo de este año en el país, solo se producen 1.9 millones de barriles.
Uno de los temas más relevantes del sector que ha tenido un impacto significativo sobre la economía es que las ventas internas han disminuido; en 2012 el volumen de ventas internas de gas natural era de 3,366 millones de pies cúbicos por día; para este año solo fue 2,317 millones, una caída de aproximadamente 31 por ciento en menos de cinco años. Lo mismo sucede con los productos petrolíferos, que en 2012 se comercializaban en el país 1.9 millones de barriles por día y actualmente solo se comercian 1.6 millones de barriles.
Los productos petrolíferos de mayor producción son la gasolina magna, premium y el diesel. Con excepción de las ventas de gasolina premium la cual incrementó durante el periodo de referencia sus ventas internas pasando de 109 mil barriles por día a 123 barriles por día, mientras que las ventas de gasolina magna como el diésel disminuyeron de 724 mil a 678 mil barriles por día, y de 326 mil a 320 mil barriles por día, respectivamente.
También, la intensidad del comercio en los mercados internacionales de petróleo y productos derivados, que caracterizaba al país se ha visto mermada, sobre todo cuando se analiza la exportación. En diciembre de 2012, el valor de la exportación petrolera era de 3,911 millones de dólares; en la actualidad, este valor apenas alcanza los 2,831 millones de dólares según reportes del Inegi para mayo de este año.
Por el lado contrario, la importación de productos petrolíferos ha crecido significativamente, pasando de 731 mil de barriles por día a 832 mil barriles por día, un aumento de 13.9 por ciento en las compras de productos petroleros al exterior. Los productos que más han aumentado el volumen de importación son las gasolinas y diésel, productos que de manera directa e indirecta son consumidos por la mayoría de la población. Tanto el valor de los productos petroleros como el tipo de cambio han estado determinando el valor de estos productos en los mercados internacionales. El aumento del barril de petróleo y la depreciación del peso frente al dólar ha provocado que veamos precios tan altos en estos energéticos y que, como consecuencia, se reflejen en una mayor inflación en el país, afectando la economía del país.Entonces, la reforma no ha contribuido a generar mejores condiciones de producción y competitividad en el sector petrolero, por lo que se requiere revisarla; y, en consecuencia, proponer más que una privatización, una reforma que permita ampliar la producción de los productos petroleros y dejar de depender del comportamiento de los mercados externos. Eso sin duda generará empleo y permitirá estabilizar los precios de los productos petroleros como las gasolinas. Usted ¿qué piensa?