Efecto del costo de las gasolinas en las familias
La población en México cada día más resiente los significativos incrementos en los precios de los bienes y servicios; y, ello, principalmente se debe a que el costo de los energéticos - que termina por vincularse directa o indirectamente con todos los bienes y servicios que se producen en el país- se han elevado de forma acentuada, tal como el caso de las gasolinas.
En 2010, el costo promedio de la gasolina Magna por litro era de 8.36 pesos; de la Premium de 9.90; y, el costo del diésel era de 8.45 pesos. En 2017, los costos promedios de estos energéticos fueron de 15.99 pesos, 17.79 pesos y de 17.05 pesos, respectivamente. Es decir, en promedio, se han elevado en 8 años en aproximadamente 93 por ciento estos energéticos.
Para dimensionar lo que significa estos incrementos de los energéticos para la economía mexicana, se mide su demanda y se compara con el tamaño de lo que se produce con el país y, de esta forma, se mide el impacto económico de este fenómeno que incide en la economía familiar.
Los datos de Pemex sobre consumo de combustibles señalan que, en 2017, se consumieron 127'000,000 de litros diarios de gasolina en México; es decir, al trimestre se consumen un total de 11'557,000,000 de litros de gasolina, en donde, 9'555,000,000 corresponden a Magna y 2'002,000,000 a Premium. En el caso del consumo de diésel, en 2017 equivalió a 58'000,000 de litros diarios, lo que trimestralmente equivale a 5,278'000,000 millones de litros.
En términos de costo-gasto, lo que se destinó en México en 2017 a cubrir el valor de estos energéticos trimestralmente, fue de aproximadamente 278 mil millones de pesos, mientras que en 2010 el valor de este gasto fue de alrededor de 130 mil millones de pesos. Si se compara con el valor del Producto Interno Bruto corriente, que es el valor de todos los bienes y servicios que se produce en el país, incluidos los energéticos, en promedio en 2010 fue 3.5 billones de pesos por trimestre; para 2017 esta cifra osciló alrededor de los 5.3 billones de pesos trimestrales.
Con estos datos, se puede identificar que, en 2010, 3.71 por ciento del PIB se destinaba en gasto a energéticos; y, en 2017, esta proporción se elevó a 5.3 por ciento. Esto tiene implicaciones significativas para la economía mexicana, en particular para la economía familiar, ya que para seguir manteniendo el mismo nivel de consumo de energéticos que les permite cumplir con las actividades diarias de las familias en México, es necesario que, del gasto, se destine una proporción mayor al costo de la gasolina, sacrificando el consumo de otros bienes y servicios.
Como referencia, según cifras del Inegi, en México en 2016 circularon aproximadamente 42'932,567 vehículos, de los cuales 29'164,157 fueron automóviles; 2'987,057 fueron motocicletas; 10'415,934 camiones y camionetas para cargas; y, 365,419 camiones para pasajeros. Esto significa que, en México, hubo un vehículo por cada 4.4 mexicanos en 2016. Considerando que el promedio de integrantes de los hogares en México es de 3.8, esto significa que una alta proporción de las familias en México cuentan con algún vehículo. Como resultado, el incremento de las gasolinas ha tenido un impacto significativo para la economía familiar en México. En este sentido, se requiere una política pública que reduzca este gasto que realizan las familias y que de alguna forma han impacto en su bienestar. Usted ¿qué piensa?