Comercio, especialización y déficit

04.05.2018

El propósito de la apertura comercial de los países se funda en el principio de la especialización productiva, además de la oportunidad que representa poder tener acceso a productos que no es posible producirse en un determinado país. Las bondades de la especialización productiva permiten hacer más eficientes la producción a través de reducir los costos e incrementar las ganancias del capital.
En este sentido, los países se benefician del comercio internacional cuando venden a otros países una mayor cantidad de bienes y servicios que los que compran, generando una mayor entrada de recursos monetarios, los cuales pueden ser empleados para financiar el desarrollo del país a través de la generación de infraestructura pública y de programas que se destinen a mejorar las condiciones de vida de la población más vulnerable. Además, que permite que la inversión fija, el empleo y, en general, el crecimiento económico se eleva, al igual que la moneda del país se fortalece.
Cuando la situación es la contraria, tal como sucede en el caso de México, significa que se compra al exterior más de lo que se vende, lo que provoca, en principio, una depreciación constante de la moneda, en consecuencia, el precio de los bienes extranjeros se eleva en el país. Otra consecuencia es que las tasas de desempleo tienden a elevarse y las tasas de inversión en el país son bajas, lo que conlleva a bajos niveles de tasas de crecimiento económico.
México, de manera persistente, ha presentado déficit comercial; es decir, compra más de lo que vende. El último dato de febrero de 2018 muestra que la exportación fue de 33.3 mil millones de dólares y las importaciones de 37.7 mil millones de dólares. Esta es una de las principales razones por las cuales el valor del peso se ha depreciado a lo largo de la historia de nuestro país.
Una de las principales razones por las que persiste el déficit comercial está relacionada con los bienes y servicios que se producen y el valor que tienen estos en el mercado. Imaginemos lo que produce un país como Alemania; el caso de la producción de un automóvil como el BMW, el valor de mercado de un bien como este es alto, de tal manera que, si se compara con lo que se produce en México, tal como el barril de petróleo, ¿cuántos barriles de petróleo tendríamos que entregarle a Alemania para que nos enviaran un carro BMW? Lo mismo se podría hacer con el Galaxy Samsung que se produce en Corea del Sur, o una Televisión Panasonic en Japón, o una computadora Apple, entre otros ejemplos de productos con un alto valor de mercado, en donde México difícilmente podría proveer bienes de tal valor.
México, por el contrario, comercia en los mercados internacionales productos con un bajo valor de mercado, principalmente porque son productos primarios o intermedios, de tal forma que, al final del día, el valor de lo que importa resulta ser mayor de lo que exporta, generando con ello un déficit comercial.
En este sentido, importa lo que se produce, no solo es un tema de especialización, sino que se buscará que se alcance en productos finales con alto contenido de valor agregado. Solo así se logrará superar el déficit comercial que, de manera persistente, ha prevalecido en el país, y que ha deteriorado los indicadores macroeconómicos y frenado el desarrollo económico. Usted ¿qué piensa? 

© 2019 CABiES. Sin Colonia, 89109 Tampico, Tamps.UAT FADYCS.
Creado con Webnode
¡Crea tu página web gratis! Esta página web fue creada con Webnode. Crea tu propia web gratis hoy mismo! Comenzar